viernes, 16 de febrero de 2024

FLAMA DE AMOR Y CONFIANZA

 

 

 

  


Hijito, hoy escribí sobre nuestra Flama, la perrita que era de la calle y también nuestra.  Me llena de felicidad recordarte en convivencia con los animalitos y conmigo.  Creo que fuimos muy felices y me confirmo que siempre, de manera total, tuvimos una relación de amor incondicional tú y yo.  ¿Sabes?  Cuando partiste, la culpa me invadió, pensé que tal vez no había hecho algo bueno o importante para ti y tu bienestar, pero al recordar a las mascotas y lo que experimentamos a su alrededor, la paz vuelve a mi alma.

   Fueron factores externos, los que no pudimos controlar,y que se ubicaron lejos de nuestras manos, los que lastimaron tu ser.

    El hecho de saberme libre de culpas intencionales, pues en ocasiones una lastima sin desear hacerlo no quita ni disminuye el dolor de tu ausencia pero sí me permite recrear los mejores momentos que vivimos en familia, entre tú y yo y me proporciona una resignación positiva, es decir, no vivo tu adiós como una pérdida; sé que nos volveremos a encontrar.

   Una flama de alegría, de esperanza y de confianza en mi vida, desde su inicio hasta el día de hoy llena mi ser y por eso te digo, querido hijo, que estoy bien y sé que tú estás mejor.

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