lunes, 22 de enero de 2024

EL ORIGEN

 

 



Hijito, después de más de cuatro años supe lo que te ocurrió.  El trastorno límite de la personalidad surgió a raíz de la separación que experimentamos cuando apenas tenías cinco añitos, había pasado muy poco tiempo de haber conocido a tu familia paterna y, de repente, te viste obligado a estar con ellos porque fue necesario que yo permaneciera internada en el hospital.

   De regreso a la casa, resultó impactante para tí observar mi condición, además que los cuidados se dirigían a mí pues tenía que restablecerme, lo que provocó que no pensáramos en tu almita.  Como siempre, los culpables involuntarios fuimos nosotros, los adultos, quienes teníamos la obligación de cuidar tu cuerpo y tu alma.

   La segunda vez, cuatro años después y tú tenías 9 años.  De esa ocasión, no recuerdo el lugar donde estuviste pero sí que fue menos tiempo y lo mismo pasó, todos enfocados en mi evolución.  Yo esperaba que tú hubieses asimilado estas experiencias como si fueras un adulto, que los vieras como algo normal, que nos toca vivir y que uno aprende a existir con ello, pero no fue así.

   Todos nosotros tratamos de hacer de tu vida algo lindo, lleno de satisfacciones y amor, incluso yo me esmeraba por continuar los juegos contigo y me sentí contenta cuando tú dijiste al oftalmólogo que tu mamá ya estaba estudiando para ser maestra. 

  La justificación es sencilla pero dolorosa cuando se ha reflexionado sobre el hecho final,  la ignorancia de nosotros respecto al daño que te causamos y  la sobreatención en mi restablecimiento para intentar la creación de una nueva normalidad, porque cuando eras un chiquito de cinco años  fue cuando adquirí sin quererlo, la debilidad visual.

¡Mi pobre hijito!

   Ahora comprendo la razón por la que tú decías ser un hombre triste.

    No experimento más culpa que la de que me haya tocado, en esta vida, tener la cabeza llena, además de amor, de meningiomas.  Tú y yo sabemos que no fue mi elección y que lo que más quiero eres tú.

 

miércoles, 3 de enero de 2024

AÑO NUEVO 2024

 


 

   Hijito, estamos iniciando el 2024 y tengo muchos proyectos para desarrollar al tiempo quelamento no haberlos concebido cuando aún estabas aquí con nosotros para invitarte a participar en ellos.  Sin embargo, decidí que tú estás inmerso porque tu presencia está en mí.

 

TANGOS

       Hijito, ayer te recordé en tu etapa de juventud, a ti te encantaba escuchar tangos cuando eras un adolescente, tendrías alrededor...