miércoles, 4 de octubre de 2023

EL ROSTRO

 


 

El 1º de octubre se cumplió un año que dejé de trabajar, esto me ha permitido atreverme a practicar cosas que había dejado de lado por falta de oportunidad, de interés y para evitar consecuencias que me pudiesen afectar, como el crecimiento de mi cabello, que tú, hijito,  insististe durante algunos años debía hacer.

   Bueno, te platico que me resulta difícil comprender el comportamiento de algunos otros, no comparto las opiniones, hábitos, gustos, acciones, activtudes y modales.  Te recuerdo cuando, en el supermercado, nos topábamos con algún individuo así, que tú te mostrabas cortés en exceso para contrastar el comportamiento majadero del otro.

   Yo me sentí incómoda cuando algo así me ocurrió y fue el lunes que comencé a indagar sobre “el otro”.  Pensé, en primer lugar y desde mi ignorancia, en Alberto Cortez, luego escuché audios de Emmanuel Lévinas y encontré la razón por la que tú eras tan educado y compasivo con las personas.

   La filosofía inició con la reflexión sobre la naturaleza y sus fenómenos, luego  en el hombre centrado en sí mismo, es decir, en el sujeto aislado, el filósofo piensa en él y en lo que siente, experimenta y opina, pero no lo hacía en relación dinámica con los otros que constituyen una multiplicidad de “yo mismo”, que cada uno piensa y siente de manera diferente.

 

   He aquí tu escrito respecto al tema.

https://drive.google.com/file/d/1bMAYM12LR7g5yDhtoUgL1ChJaxU4K2SH/view?usp=drive_link

 

TANGOS

       Hijito, ayer te recordé en tu etapa de juventud, a ti te encantaba escuchar tangos cuando eras un adolescente, tendrías alrededor...