viernes, 19 de marzo de 2021

Justificación a Crítica a la formación en sentido neoliberal: segundos prolegómenos a una teoría fenomenológica de la formación.

 


Objetivo general

Proponer una noción de formación con su correspondiente imagen prototípica de individuo que, a partir de cimientos fenomenológicos, dé un sentido nuevo al concepto de formación.

 

O

 

 

Crítica a la formación en sentido neoliberal: segundos prolegómenos a una teoría fenomenológica de la formación. 

bjetivos particulares

-Relacionar el enfoque por competencias con otras vías de formación contemporánea, como los medios comunicación masiva, y obtener un esbozo de la formación en sentido neoliberal.

-Identificar el modelo ideal de individuo que subyace a la formación en sentido neoliberal.

-Señalar la relación que existe entre la formación en sentido neoliberal y el modelo económico vigente.

-Analizar genéticamente los momentos culminantes en el desarrollo de individuo. 

-Proponer, desde la fenomenología, un modelo ideal de individuo que dé sentido a una formación acorde con la auténtica humanidad. 

 

Marco teórico

En nuestro país, las investigaciones filosóficas en torno a la formación son escasas, tal y como lo constata el estado del arte llevado a cabo por Patricia Ducoing Watty (2013) para el volumen Procesos de formación del periodo 2002-2011.

   Ducoing Watty clasifica los trabajos filosóficos dedicados a la formación en seis rubros, distinguidos según su orientación teórica: 1. La formación desde las concepciones clásicas, 2. La formación como el ser del hacer formativo, 3. La formación desde la intuición, 4. Autonomía y autoformación, 5. La formación como conquista de la libertad y bajo el signo de la natalidad y 6. Hermenéutica de la formación.

   El primer de los apartados es representado por dos obras de Armando Gómez Villalpando -el ensayo “Nociones de formación” (2010) y el libro La formación y la sujeción en el discurso teórico de la educación- y por la participación de Rodrigo García de la Sienra en el volumen I de Configuraciones pedagógicas, “Formación y arqueología discursiva”.

   El segundo apartado, “La formación como el ser del hacer formativo”, se agota en el Prólogo escrito por Carlos M. García González para el volumen 1 de Configuraciones formativas, proyecto académico comentado líneas arriba.

   Así como el anterior, el tercer apartado, “La formación desde la intuición”, posee un único representante: José Ezcurdia y su ensayo “Sócrates y Bergson: la intuición como horizonte de formación”. Desde hace varios años, Ezcurdia ha desarrollado una interesante labor académica en el área de la filosofía de la educación, con trabajos relativos a la formación y a la filosofía para niños.

   El cuarto apartado, “Autonomía y autoformación”, es el que reúne el mayor número de trabajos, entre los cuales se cuentan dos trabajos más de José Ezcurdia para Configuraciones formativas,   

   Por último, “Hermenéutica de la formación” es representado por el trabajo de Mauricio Beuchot, conocido investigador del área de filosofía del lenguaje y gran conocedor del pensamiento medieval.

   A los trabajos desarrollados en nuestro país, conviene agregar los nombres de tres filósofos españoles que, en nuestros días, capitalizan el estudio de la formación en la península ibérica; éstos son: Fernando Bárcena, Joan Carles Mélich y Jorge Larrosa.

   En su interesante ensayo “Experiencia y pasión (notas para una patética de la formación)”, Jorge Larrosa (2003)

   El trabajo a emprender se distingue de las investigaciones anteriores en un aspecto decisivo: la tesis se guiará por las coordenadas del postobrerismo y de la teoría fenomenológica -en este sentido, el trabajo formará parte de las discusiones contemporáneas en torno al acercamiento entre fenomenología y marxismo. 

   El pensamiento postoperaísta y, en especial, dos de sus grandes nombres -Antonio Negri y Franco Berardi- serán de gran utilidad para situar la formación en sentido neoliberal en su contexto efectivo. El postobrerismo se ha dado a la tarea de comprender las estructuras del capitalismo contemporáneo o, según la terminología postoperaísta, “capitalismo cognitivo”, el cual se caracteriza por la importancia de las economías terciarias. En su análisis, los postobreristas se han servido del concepto marxiano de General Intellect, el cual describe al conjunto de conocimientos productivos que poseen los trabajadores y que, por su carácter operatorio, forma parte de la fuerza de trabajo.   

   Por otra parte, el postobrerismo ha intentado pensar la subversión fuera del carácter negativo de la reacción sino, antes bien, como una expresión de la creatividad humana 

y por las nuevas figuras que adopta la enajenación  Del pensamiento de Negri, es fundamental el estudio del papel que juegan las instituciones internacionales y el gobierno norteamerica no, que el filósofo italiano identifica con el genérico de “Imperio”. 

   Ahora bien, la propuesta a desarrollar se construirá a partir de la fenomenología, sí, pero de una fenomenología que toma muy en serio el espíritu que animó al trabajo del pedagogo suizo Johann Heinrich Pestalozzi. De entre los diversos aspectos de la teoría de Pestalozzi, hay una intuición a la cual conviene prestar mucha atención: a la relación entre crianza, formación y educación, relación que ve en el niño a un individuo en proceso de evolución. Esta focalización llevó al pedagogo suizo a buscar una manera de difuminar el tránsito de la casa a la escuela a partir de la identificación entre la madre y la profesora. En el siguiente apartado, se pondrá de manifiesto cuál es el sentido de la revitalzación del pensamiento pestalozziano.

   De la fenomenología, nos serán caros tres autores: Edmund Husserl, Miguel García-Baró y Jean Louis Chrétien.

   El pensamiento husserliano será de gran utilidad para el desarrollo completo del trabajo, en la cual se analizará el discurso teórico del enfoque por competencias, así como algunas expresiones contemporáneas que influyen en la formación de los individuos. Los trabajos

   Por su parte, el pensamiento de Miguel García-Baró es fundamental para la construcción del argumento a construir pues, de las diversas propuestas existentes al interior de la fenomenología, la suya es una de los pocas que han hecho de la infancia el objeto de su reflexión. 

   El pensamiento de Miguel García-Baró puede dividirse en tres líneas: una primera, dedicada al estudio de la fenomenología, tanto en sus aspectos lógicos, como es el caso del estudio La verdad y el tiempo (1993), como en su generalidad, como en Vida y mundo. La práctica de la fenomenología (1999); otra, cuyo objeto es la historia de la filosofía; y otra más, en la cual se desarrolla lo más íntimo del pensamiento del autor, allende el comentario docto a obras ajenas: esta línea es la que se ha de recuperar para la tesis a desarrollar.

   Inscrito en el llamado “giro teológico” de la fenomenología, el pensamiento de Miguel García-Baró Ensayos sobre lo Absoluto (1993), Del dolor, la verdad y el bien (2006) y De estética y mística (2007).

 

Hipótesis

-El tiempo nos es ontologicamente constitutivo: esta naturaleza temporal se hace patente en la incompletitud y apertura del individuo, el cual no sólo está sometido de continuo al tiempo sino que este sometimiento le hace sufrir cambios cualitativos. Así, si la formación es algo que, de manera intuitiva, sabemos es propia de los seres humanos, debe, entonces, entenderse como un noción que asuma el devenir de manera radical.

-A partir del análisis genético, podemos de remontarnos hasta la originariedad de la persona,  originariedad que, como bien indica Jean-Louis Chrétien, jamás puede ser mentada en primera persona pues se hunde en la bruma de lo inmemorial; así, si cada uno de nosotros conoce su origen es porque hay alguien que puede dar testimonio de ello, y ese alguien es quien nos cuidó en nuestra etapa de indefensión absoluta.

-Los prolegómenos a la formación comienzan a partir de los primeros cuidados recibidos. En este sentido, la  esencia de la formación no es protolaboral sino ética, en tanto involucra la relación establecida entre dos seres humanos mediados por el amor y cuyo fin inmediato es el cuidado de la vida del indefenso con miras a un desarrollo pleno.

-El segundo ingrediente de los prolegómenos a la protoformación es la comunicación; en ésta, debemos distinguir dos sucesos: el de la respuesta significativa, con el cual se inaugura la comunicación como tal, y el del proceso de adquisición de la lengua materna. El primero ocurre cuando el niño mira por primera vez a la madre y responde a ella por medio del grito y la sonrisa  

-Debemos distinguir entre crianza y formación pero, a la vez, es necesario comprender la relación que se establece entre ambos fenómenos. La formación subsume a la crianza para superarla, como el Aufheben hegeliano, y tiene un origen específico: la formación comienza con el consejo justificado -que puede tomar una forma positiva o una negativa, siempre acompañado de una justificación- emitido por el adulto y comprendido por el niño. Cuando un adulto dice “Deberías (o no deberias) hacer x porque p, q...” y el niño comprende e integra a sí 

-El individuo en posibilidades de formación comienza a partir de la toma de conciencia de la individualidad, y ésta, si seguimos a Miguel García-Baró, se suscita a partir de las -así llamadas por el filósofo español- “experiencias nocturnas”, esto es, aquellas en las cuales el niño se descubre a sí mismo en la absoluta soledad de su noche: la conciencia de la temporalidad propia a partir de la tematización de la finitud; la idea       A lo anterior, conviene agregar la conciencia de la realidad desencantamiento de la fantasía. Estos son los ingredientes que constituirán la formación.

 

La formación es un proceso de toma de posición en el mundo, en el cual el individuo   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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