viernes, 19 de marzo de 2021

Crítica a la formación en sentido neoliberal: segundos prolegómenos a una teoría fenomenológica de la formación.

 



  

Introducción

El protocolo que a continuación se presenta muestra los avances de este proyecto a lo largo del primer semestre. Si bien el marco teórico ya ha sido revisado, en los meses siguientes llevaré a cabo una lectura cuidadosa que me permita analizar con rigor la bibliografía básica, la cual se presenta al final de este documento. 

   En la primera formulación del proyecto, el problema se cimentaba en elementos netamente teóricos -los desarrollos de la noción de Bildung-, los cuales se pretendía reducir al absurdo para, así, replantear la pregunta por la quididad de la formación desde la fenomenología. Tras reflexionar sobre este modo de proceder, y gracias a la lectura de los últimos libros publicados por el postobrerismo, corriente marxista que sigo desde hace tiempo, así como al acercamiento a la obra de Johann Heinrich Pestalozzi, concluí que el trabajo debería de partir y tener por horizonte un ámbito más amplio de realidades educativas efectivas y sustentos teóricos; además, caí en cuenta de que la obra del pedagogo suizo es un firme punto de partida para acercarse al problema de la formación desde una perspectiva fenomenológica. Así, decidí partir de la problematización de una teoría cuya vigencia es palpable no sólo en el ámbito académico sino, más aún, tiene una injerencia directa en las reformas educativas emprendidas en todo el globo desde hace más de un decenio: el enfoque por competencias, bandera pedagógica enarbolada por instituciones internacionales, como la UNESCO y la OCDE, así como por gobiernos locales.

   Tras la revisión de la bibliografía básica, noté que el concepto de formación tiene una amplitud tal que trasciende los límites de lo estrictamente escolar pues subyace no sólo a cuanto ocurre en el aula, los currícula y las políticas educativas, sino también a los procesos de aculturación que se suscitan en los grupos sociales. Espero que estas tomas de conciencia se hagan patentes en el presente documento.  

   

Planteamiento del problema

La tesis a desarrollar toma como punto de partida una definición netamente formal, obtenida por medio del análisis fenomenológico, de aquello que sea la formación acotada a su  expresión institucional. Según lo anterior, la formación es el proceso por medio del cual un determinado grupo intenta actualizar, a partir de un conjunto de técnicas y de contenidos, un modelo prototípico de individuo en una multitud específica -heterogénea esta última, si atendemos al uso spinozista del termino. En el desarrollo de este proceso están implicados, así, cinco elementos cuya interacción define el proceso formativo: (1) el grupo cuyo interés es formar a (2) una multitud, (3) los contenidos que han de transmitirse y (4) las técnicas a seguir para ello y, precediendo a lo anterior y fijado en el horizonte, (5) una imagen ideal del resultado a obtener. Si la imagen ideal del resultado se sitúa al inicio, a lo largo y al final del proceso, entonces, para comprender cuál es la noción de formación imperante en nuestras sociedades, deberemos saber, antes que cualquier cosa, cuál es el modelo prototípico de individuo vigente, el cual puede ser inferido del discurso teórico que justifica el enfoque por competencias y del entorno sociocultural que le permea -al conjunto de ambos, le llamaremos “formación en sentido neoliberal”. Nuestra primera hipótesis, que responde al cuestionamiento anterior, es que el modelo prototípico de individuo que da sentido a la formación en sentido neoliberal  es una versión muy peculiar del homo oeconomicus, esto es, un individuo cuya esencia se define por su capacidad de producción en el seno de un ordenamiento socioeconómico específico: el postfordismo. Este individuo ideal se caracteriza por su eficiencia en contextos empresariales, por un egoísmo sólo trascendido por la colaboración y la competitividad laborales, así como por el hedonismo, y por ser poseedor de un conjunto de valores de carácter pragmático -en este sentido, la formación imperante puede concebirse como un proceso eminentemente protolaboral y ligado al mercado. Así como, enmedio del auge de la tecnociencia enraizada en una visión galileana del conocimiento, Husserl afirmó que “meras ciencias de hechos hacen meros hombres de hechos” (HUA, VI: 4), nosotros podríamos afirmar: ciencias de la información aplicadas al mercado hacen seres humanos ahogados por la información y el mercado. Hasta este punto, no existe problema alguno; sin embargo, la primera parte de la investigación nos pondrá a las puertas de la problematización. Ahora, ¿cómo podemos dar el paso hacia ésta? Si nos mantenemos en los límites del ámbito estrictamente teórico, el problema debería proceder sólo de la articulación de los elementos conceptuales que enhebran el prototipo neoliberal del individuo; empero, si, como sabemos, este prototipo injiere de manera directa en la formación de los seres humanos alrededor del globo, entonces la problematización no sólo ha de llevarse a cabo a partir de cuestiones teóricas sino, a la vez, socioculturales, esto es: hemos de mostrar que la formación en sentido neoliberal evidencia serios errores teóricos, sí, pero, a la vez, que tiene consecuencias indeseables para la vida de los individuos efectivamente existentes, y tanto unos como otras se sostienen en una noción subyacente: la de sujeto, sujeto cuya autonomía constitutiva es comprendida como atomización.

   Dejada atrás la parte crítica del estado de cosas, hemos de dar el paso hacia el núcleo propositivo de nuestro trabajo, y este paso sólo puede ser catapultado por la pregunta de investigación, la cual se formula de la siguiente manera: si la formación en sentido neoliberal y su imagen ideal de individuo presentan serios errores teóricos y acarrean consecuencias indeseables, entonces, ¿qué noción alterna de formación podría desarrollarse?   

 

 

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