Es el tiempo que marcha implacable y da lugar al reencuentro o la separación definitiva que, a cada segundo, se ahonda y conduce hacia la exacerbación de los sentidos y las emociones.
Hijo, el poema que dedicas a un amor ido, es el reflejo de lo que yo vivo respecto a ti, a tu ausencia y a tu recuerdo amoroso y anhelante.
https://drive.google.com/file/d/1zdEF0TdslJ6lAnmO85mncAsEAfKdn3WS/view?usp=sharing
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