lunes, 12 de junio de 2023

LA ETERNIDAD EN EL SOFÁ


No puedo agregar más sobre los sentimientos de mi hijo, en este poema deshila sus tristezas, sus anhelos y sus lugares favoritos, los que gustaba recorrer.  Recuerdo el día que el neurólogo preguntó, después de haber dado un pronóstico poco favorable de mi situación: “Por  qué llora, señora?” y tú, queridísimo hijo,  pusiste tus manos sobre mis hombros para darme fuerza; tu tío Alfredo estaba con nosotros y a salir del consultorio, nos abrazamos los tres para llorar.

 

  https://drive.google.com/file/d/1wOugnLBT8JJ-83dvkBnHa5BUlgItQv7t/view?usp=sharing

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

TANGOS

       Hijito, ayer te recordé en tu etapa de juventud, a ti te encantaba escuchar tangos cuando eras un adolescente, tendrías alrededor...